por Juanjo Gabiña
Capítulo 8
Los efectos debidos al Tsunami tecnológico y a la estupidez humana
I
Tras la elecciones para la Presidencia de Estados Unidos, de noviembre del año 2020, en las que el candidato demócrata, John Benjamin Brown, ganara claramente al Presidente Trump, y jurara posteriormente su cargo, el 20 de Enero de 2021, las tareas principales del Presidente Brown fueron la de borrar los desaguisados cometidos por el Presidente Trump durante la pasada legislatura y centrarse en formar un equipo de gobierno que fuera capaz de encarar con éxito la fuerte crisis económica que ocasionó la COVID-19.
También se ocuparía de rebajar las tensiones creadas por la anterior administración Trump, de crear puentes de entendimiento y de curar las cicatrices de lo que representa una sociedad tan enfrentada. En su fuero interno, el Presidente Brown sabía que el modelo socioeconómico vigente, basado en el capitalismo financiero, era injusto y no funcionaba como estaba demostrado por el impresionante número de muertos que el coronavirus había ocasionado- Brown tenía claro que había que cambiar de modelo económico.
En el año 2022, la crisis económica había brotado de nuevo en todo el mundo, aunque, en el año 2023, lo haría con mayor virulencia. Tras la superación de la pandemia en marzo del 2022, la mutación educativo-laboral ocasionada se hizo del todo más evidente. La causa principal fue el impacto prolongado que, durante los últimos años, produjera la aplicación progresiva y masiva de las tecnologías de la 4ª Revolución industrial. En mayor o menor cuantía según los sectores económicos, se produjeron cambios en todas las actividades económicas y, en consecuencia, estas mutaciones actuaron sobre el empleo y su sustitución por máquinas, aplicaciones o sistemas.
Las máquinas trabajaban las veinticuatro horas sobre 365 días al año, costaban menos y, con buen mantenimiento, no se ponían enfermas nunca. En consecuencia, teniendo en cuenta los estragos a la economía producidos por la pandemia, la digitalización de las actividades y la irrupción de máquinas inteligentes se volvió imparable. También implicó que aumentara la creciente brecha entre la educación recibida y los requerimientos del empleo que habían vuelto del todo obsoleto al sistema educativo y, en especial, que se modificaran los hábitos y modos de vida que, para ajustarse al nuevo paradigma, evidenciaron la necesidad de cambiar el sistema educativo radicalmente pues era obvio que resultaba del todo obsoleto.