El sistema de vertebración de nuestra sociedad civil e institucional presenta muchas fallas. Una de ellas es la falta de señales adecuadas en el mercado para que de ellas se beneficien los productos y actividades sostenibles. A nuestra sociedad guipuzcoana le falta también cintura y se constata que existe un déficit importante dentro de una escala intermedia de vertebración de la propia sociedad. Actualmente, entre los políticos y la sociedad apenas existen instituciones intermedias que son las que le dan frescura y agilidad a las sociedades modernas. El debate sobre el futuro, si es que se da, queda muy limitado y restringido al área de los partidos políticos por lo que queda una visión compartimentada y reducida de lo que debería ser la vertebración social. Como consecuencia más grave de ello está el hecho de nuestra incapacidad de reaccionar, de manera anticipativa, ante los cambios emergentes que se producen a nivel global.
Un modelo diferente de crecimiento
24 septiembre, 2006Necesitamos un nuevo concepto de crecimiento que nos sea útil en nuestras apuestas por garantizar el desarrollo a las próximas generaciones. El modelo actual de crecimiento económico se basa en los aumentos de consumo y, en consecuencia, en el intercambio desigual y el despilfarro y en el agotamiento de los recursos del planeta. Se trata de un modelo lineal que presenta niveles de entropía crecientes. Así no podemos seguir puesto que sería nuestra ruina y/o la de nuestros hijos y nietos. Por ello, cuando se habla de crecimiento económico, constatamos que éste es un concepto que debería diferenciarse de la idea clásica de desarrollo y enriquecerse con un enfoque totalmente sostenible. El desarrollo económico es un stock y el crecimiento es un flujo. El crecimiento económico puede ser contrario al desarrollo sostenible. De hecho, nuestro crecimiento económico se mantiene en torno al 3% pero nuestros niveles de calidad de vida apenas aumentan, cuando no ocurre lo contrario y, por tanto, disminuyen.
La larga transición
20 septiembre, 2006En nuestro mundo, diariamente se manifiestan numerosas contradicciones en el actual modelo socioeconómico que se interpretan como síntomas de su agotamiento. Algunas de estas manifestaciones se refieren a la mayor dependencia que tenemos de los hidrocarburos cada vez más caros, al progresivo agotamiento de los combustibles fósiles y de los recursos naturales, al cambio climático ya iniciado, a la inestabilidad de la política internacional, a las secuelas ambientales y sociales, a los conflictos armados por los recursos, etc. Para superar estas contradicciones se entiende que podríamos lograrlo mediante un cambio radical de paradigma en nuestra sociedad. Sin embargo, este cambio radical exige un fuerte liderazgo político, a nivel global que no se da. Esta falta de liderazgo hace que cada vez sean más claras y palpables las señales que evidencian los síntomas de agotamiento del actual modelo socio-económico.